Una historia de unidad y compromiso con nuestros asociados.
A fines de 1800 se inicia en el país la distribución mayorista de tabacos. Entre los pioneros surge la inquietud de agruparse dando origen a la Unión de Cigarreros Mayoristas de Capital Federal, entidad que obtiene su personería jurídica el 25 de octubre de 1931.
Fue un período donde la distribución mayorista de tabaco acrecentó su relevante incidencia en el mercado y las firmas que la componían robustecieron sus estructuras al compás de la demanda. Así se arriba a junio de 1956 cuando la entidad se transforma incorporando firmas colegas del GBA y del interior del país creando la Cámara de Distribuidores de Tabacos, con sede en Bulnes 44 de la ciudad de Buenos Aires.
Diez años más tarde, con el aporte de la Cía. Gral. de Fósforos Sudamericana S.A. sumado al encomiable esfuerzo de los asociados, se adquiere el terreno y se edifica la sede de Guatemala 4564 donde funciona hasta el día de hoy.
En paralelo a la formación de nuestra entidad se forjó la Asociación de Cigarreros de la Capital Federal. Ambas organizaciones, impulsadas por un inquebrantable espíritu de integración, se fusionan hacia mayo de 1975 adoptando la denominación de Cámara de Distribuidores de Tabacos.
Desde su creación la entidad se caracterizó por mantener un fervoroso espíritu direccionado a defender al sector implementando equipos de trabajo que mediante su acción lograron medidas concretas en tal sentido.
En 1977, con la asesoría del Dr. Romani, se obtuvo un logro destacable para los distribuidores de la provincia de Buenos Aires y Capital: la substancial rebaja en la liquidación del impuesto a los ingresos brutos por la venta de cigarrillos que pasó a devengarse sobre la utilidad y no sobre el precio de venta a minorista. El cigarrillo era el único producto que no permitía el revalúo de los stocks ante los aumentos de precios, situación que fue revertida merced a intensas gestiones de la CDTRA ante los organismos pertinentes llegando a la desmonetización de las estampillas fiscales. También, a instancias de la Cámara, se sellaron acuerdos con empresas proveedoras de distintos rubros, incrementando el poder de distribución del sector. Acciones todas que cimentaron el prestigio de la entidad y el reconocimiento de las firmas líderes que nos confiaron sus productos.
En 1999, la CDTRA consiguió que la AFIP emita la resolución 11/99 que establece un tratamiento preferencial y expeditivo a los distribuidores mayoristas de tabacos en relación a la problemática ocasionada por el nuevo régimen de percepciones.
Hoy, los continuos cambios en la economía siguen afectando el desempeño de todas las actividades y exigen reformular el modelo básico de conducción. Por ello, la Cámara modifica sus estatutos persiguiendo la integración y participación protagónica de todos sus miembros al brindarle participación a los distribuidores mayoristas del interior del país en el proceso de toma de decisiones.
Estos cambios establecen la necesidad de articular nuevas formas de gerenciar, entendiendo las necesidades de los asociados y previendo estrategias focalizadas en satisfacerlas y traducirlas en reales beneficios. La Cámara está poniendo en marcha programas para el desarrollo del sector y para la integración de soluciones prácticas para el día a día del distribuidor, apuntando a dos ejes fundamentales: Reducción de costos y capacitación, herramientas que contribuyen al incremento de la competitividad y la rentabilidad.
De esta manera, la CDTRA proyecta el escenario de mercado identificando las necesidades y demandas del sector para incorporarse exitosamente a la nueva economía con la solidez de su larga trayectoria.